Sánchez destaca el éxito del Ingreso Mínimo Vital y pide compromiso a las autonomías para erradicar la pobreza
El Gobierno de España, bajo el liderazgo del presidente Pedro Sánchez, ha puesto en marcha una iniciativa revolucionaria para hacer frente a la desigualdad y la pobreza en el país: el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Esta política innovadora se ha convertido en un «faro de esperanza» que está cambiando la vida de millones de personas en España.
«El IMV es una impugnación frente a la indiferencia, un faro de esperanza para romper el círculo de la exclusión social y una medida que está cambiando a mejor la vida de mucha gente.»
Según los datos proporcionados, el IMV ha beneficiado a un millón de hogares y tres millones de personas en los últimos cinco años. Esto ha contribuido a reducir la tasa de pobreza hasta el nivel más bajo de la serie histórica, situándose en el 19,7% en 2024. Además, la desigualdad también se encuentra en su nivel más bajo.
Combatiendo el sinhogarismo y ampliando la cobertura del IMV
Sin embargo, Sánchez reconoce que aún queda trabajo por hacer. Por ello, ha anunciado la creación de la sociedad Tutecho, que destinará cinco millones de euros a la adquisición de nuevos inmuebles para alquilarlos a través de entidades sociales, con el objetivo de «combatir el sinhogarismo en nuestro país».
«Hay un frente en el que es prioritario actuar y es garantizar una vivienda digna para las familias más desfavorecidas.»
Además, el presidente del Gobierno ha señalado que, en el último año, los beneficiarios del IMV se han incrementado en un 30%, pero aún hay personas que no lo reciben por dificultades o por desconocimiento. Para solucionar esto, se están tomando medidas como renovar la web de la Seguridad Social.
Llamado a las administraciones autonómicas para unirse en la lucha contra la desigualdad
Sánchez ha hecho un llamamiento a todas las administraciones, tanto central como autonómicas, para que «no se desentiendan del principal desafío que tiene nuestra sociedad, que es luchar contra la desigualdad en todas sus formas y erradicar de una vez por todas la pobreza infantil».
«No se trata de debates sobre competencias, sino de que todas las administraciones se comprometan en resolver cada uno, echando una mano desde sus ámbitos de competencia, problemas comunes que tienen todos los españoles y españolas, vivan donde vivan.»
En resumen, el Ingreso Mínimo Vital se ha convertido en una herramienta clave para combatir la desigualdad y la pobreza en España. El Gobierno de Sánchez ha demostrado su compromiso con esta iniciativa, pero ahora necesita el apoyo y la colaboración de las administraciones autonómicas para garantizar que nadie se quede atrás.
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