Cómo una desconocida española conquistó el segundo puesto en Eurovisión 1995 ¿sucederá algo parecido con Melody este año 2025?
En un giro inesperado, la joven Anabel Conde, una entonces desconocida cantante española, logró sorprender al mundo al quedar en el segundo puesto del Festival de Eurovisión en 1995. Esta hazaña, que se produjo hace exactamente 30 años, se ha convertido en una fuente de esperanza para los seguidores españoles de este evento musical.
«La esperanza a la que se aferran los seguidores españoles de Eurovisión en estos momentos sobre el resultado de Melody este mayo en Basilea es el precedente de 1995. Anabel Conde era la última en las casas de apuestas porque era una absoluta desconocida y era improbable que la grabación enviada por TVE pudiera ser realidad.»
Antes de su destacada actuación, Anabel Conde era considerada una completa desconocida en el mundo de la música, relegada a los últimos puestos de las casas de apuestas. Sin embargo, su portentosa voz y la interpretación emotiva de su canción «Vuelve conmigo» cautivaron a los jurados nacionales, colocándola en un sorprendente segundo lugar.
Revisión del pasado, Eurovisión de la mano de Anabel Conde.
«Anabel tenía 19 años y era una desconocida en el mundo de la música. Le faltó después suerte y sobre todo reconocimiento. España no ha vuelto a repertir un puesto así en estos tres decenios y sólo Chanel, con su tercer lugar, se acercó en 2022 con otro impacto como fue SloMo.»
Este logro de Anabel Conde es considerado un hito en la historia de Eurovisión, ya que España no ha vuelto a acercarse a ese nivel de éxito en las últimas tres décadas, con la excepción de Chanel y su tercer puesto en 2022. La esperanza de los seguidores españoles se centra ahora en que la cantante Melody pueda replicar ese mismo impacto este año en Basilea.
«Vuelve conmigo fue elegida por TVE por selección interna (lo habitual hasta 2001) entre 32 maquetas dirigida al departamento de la cadena pública. La elección de Anabel Conde fue respaldada con cierto escepticismo por el desconocimiento de su nombre.»
A pesar de la sorpresa inicial, la actuación de Anabel Conde en el Festival de Eurovisión 1995 superó todas las expectativas. Su sencillo vestido primaveral y su interpretación cautivadora lograron emocionar al público y a los jurados, convirtiéndola en una de las grandes protagonistas de aquella edición.
