El próximo capítulo 203 de Valle Salvaje, que se emitirá el martes 8 de julio, llega cargado de tensión, enfrentamientos familiares y decisiones que romperán la aparente calma entre la casa grande y la casa pequeña. La emisión del lunes 7 de julio queda suspendida por la retransmisión del partido de Eurocopa femenina entre España y Bélgica.
El gran protagonista de este avance es, sin duda, el duque José Luis. Él eleva la maldad a otro nivel al vender la casa pequeña con “todo su contenido”. Esto incluye a Bárbara, Pedrito, Matilde, LuisA y hasta el marqués de Guzmán. Una jugada cruel con la que busca forzar a los duques de Miramar a cargar con unos habitantes que no desean. Además, sin recursos, se verán sumidos en una situación insostenible.
Pero el golpe maestro del duque tiene una segunda lectura: provocar un conflicto entre Mercedes y Bernardo. Ellos se ven obligados a acoger a toda esa gente por humanidad. Pero lo hacen a sabiendas de que no podrán sostenerlos. La intención de José Luis es clara: hacerles la vida imposible y dinamitar cualquier intento de estabilidad o paz.
Mientras tanto, el marqués de Guzmán intensifica su presión sobre su entorno. Su desprecio hacia su hijo Leonardo es ya explícito. Ahora se dedica a manipular a Pedrito, sembrando la idea de que su hermana Bárbara no entiende la “amistad especial” que él mantiene con el niño. Un comportamiento inquietante que empieza a encender todas las alarmas.
Por otra parte, Úrsula se pregunta, durante el desayuno, si ha estallado una guerra entre las dos casas. No va desencaminada. La decisión de mantener a todos los habitantes en la casa pequeña sin previo aviso provoca la indignación de Bárbara. Ella busca explicaciones de su tía Victoria, sin éxito. Es Adriana, como siempre, quien se enfrenta al duque y le lanza una pregunta tan lógica como punzante:
“¿Aquí se es familia o no, según conviene?”
Un dardo que enfurece a José Luis, que acudirá a Julio exigiéndole que ponga freno a su esposa.
Con este capítulo se consolida una nueva etapa en la serie: la guerra abierta entre casas, el abandono emocional de personajes vulnerables y la escalada de José Luis como villano absoluto de la historia.
